martes, 13 de julio de 2010

Ganó el buen futbol

España se consagró campeón de la copa mundial de la FIFA por primera vez en sus cien años de historia al vencer un gol por cero en tiempo extra a Holanda, la anotación fue de Andrés Iniesta, a cuatro minutos del final, un partido de infarto con buen futbol digno de una final.

Gran ambiente en el Zócalo capitalino por el triunfo de la selección de España, miles de familias se dieron cita varias horas antes de que comenzara la final de la copa del mundo, no era México el que jugaba pero muchas de esas familias eran españolas radicadas en la ciudad de México, muchas de ellas portaban la camiseta, usaban banderines y todo tipo de disfraces alusivos a su país de origen, muchas de ellas se encontraban acostadas o sentadas sobre el pavimento con mochilas y sudaderas como almohadas en esos instantes quedo olvidada la histórica conquista ya que no existieron diferencias o divisiones sino una cultura compartida que se reflejó en el partido de futbol con un triunfo hispano pero interpretado como propio.

El resultado final dio como ganador a la selección ibérica provocando aplausos y emociones encontradas entre los asistentes al primer cuadro de la ciudad independientemente de ser mexicanos sintieron el triunfo como suyo.
El festejo se llevo a cabo por cerca de cinco mil personas entre ellos la comunidad española para festejar el triunfo, el operativo policiaco se planeo en un principio para no más de mil personas, pero se tuvo que ir complementando con más elementos debido a la paulatina de aficionados que llegaron a la fuente al grito de: “¡España, España!” jóvenes españoles dieron vueltas y vitorearon el nombre su país alegres y efusivos.

En los alrededores de la fuente de la Cibeles entrevisté a Javier Benítez, de 26 años, descendiente de una familia de españoles radicados en la ciudad desde hace varias generaciones, estudiante del sexto semestre de la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México, me expresó su alegría de poder haber presenciado el triunfo de su selección después de varios fracasos en las anteriores copas del mundo “Fue una final cardiaca.
La verdad, nunca esperé en mi vida llegar a ver a España campeona del mundo, lo es. Es una gran hazaña, pues toda mi vida pensé en la ilusión de que la “Furia Roja” pudiera estar entre los grandes del mundo. Nunca pensé que lo vería y hoy lo vi”. Le pregunté: “¿A qué le atribuyes que la selección de España haya ganado ésta final?”, “Me parece que la roja desde que empezó el evento mostró carácter, personalidad y sobre todo estilo, apoyándose en el trabajo en equipo, sin desesperarse y con mucha entrega poco a poco se fueron dando los resultados hasta que sin pensarlo llegaron a la final con amplia preferencia de los espectadores”.

España es un equipo que no traicionó su filosofía futbolística a lo largo del torneo, ese estilo que privilegia el buen trato de la pelota, de proponer los partidos y de ser protagonista en cualquier sector de la cancha.

Por esas grandes razones, hoy el futbol tiene que estar contento y orgulloso de que haya ganado un equipo como el español. No solo es una propuesta sino el permanente compromiso de salir a ganar cualquier juego, de buscar el resultado. Se entiende que hay equipos que pueden jugar bien al futbol, pero muchas veces consiguen sus objetivos preocupándose más del cuidado del rival.

España fue diferente a sus rivales, lo demostró durante sus siete encuentros durante la copa del mundo y lo venía reflejando desde la Eurocopa que ganó en el 2008, pasando por los partidos del proceso eliminatorio rumbo a Sudáfrica 2010.
En cada partido,” La furia roja”, se preocupó por jugar con el balón en los pies ayudados por sus defensas laterales que hacían movimientos en el área holandesa complementados por momentos por sus dos defensas centrales. España se distinguió en este mundial por su ambición de ganar.




1 comentario:

  1. Cómo nota informativa pasa, pero no es la tarea que pedí.

    Era un reportaje, con extensión y forma de tal y era sobre el país, no sólo sobre el acontecimiento.

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