martes, 3 de agosto de 2010

Operativos militares para capturar a los grandes narcotraficantes.

Por Gabriela Cruz Espinoza

La consigna del actual gobierno es atacar de manera frontal al crimen organizado usando todo el poder del estado para acabar con esas organizaciones a cualquier precio y sin importar las miles de vidas que hasta el momento se han perdido por este conflicto.

El pasado Viernes trascendió que uno de los narcotraficantes más peligrosos del país fue abatido en la zona poniente de la ciudad de Guadalajara durante un operativo implementado por el ejército para detenerlo.

Hasta el momento han perdido la vida alrededor de 28 mil personas en lo que va de la administración de Felipe Calderón desde que declaró la guerra a las organizaciones criminales.

Con la caída de los grandes operadores de los cárteles se cortan todas las relaciones de negocios pero no la operación ya que no depende exclusivamente de una sola persona sino que corresponde a una organización.

¿Podrá terminarse con las mafias y las organizaciones criminales de todo el país?

Ciertamente estamos ante una situación que ha planteado el gobierno francamente muy difícil ya que éstas organizaciones están muy arraigadas en las sociedad principalmente del norte del país ya que de ellos dependen miles de familias, ya sea que los integrantes, principalmente los padres forman parte de la estructura operativa, de distribución, seguridad e indirectamente por medio de las personas que se dedican a la distribución en pequeña escala por medio de las famosas tienditas que se ubican en miles de zonas a lo largo y ancho del país.

Recordemos que para la economía el dinero que manejan las organizaciones se calcula en alrededor de 35 mil millones de dólares anuales, cantidades que para cualquier economía son peligrosamente desestabilizadores ya que aporta dinero a la circulación que a diario se da en comercios e instituciones bancarias.

En conclusión, el mercado norteamericano según estudios realizados por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) presenta repuntes año con año en la demanda de drogas de todo tipo; Si el gobierno mexicano sigue con sus políticas antinarcóticos serán otras organizaciones y no necesariamente nacionales las que acaparen el mercado y la guerra se complicará al tener que incluír a otros gobiernos en la estrategia de seguridad, tocará intereses en otros países y todo se tornará más complejo y difícil de solucionar.